Este 30 de abril celebramos el Día del Niño en México, y aprovechando esta fecha, hemos dedicado esta nota precisamente para hablar de la importancia que tiene el mercado infantil en la arquitectura actual.
En la actualidad, la arquitectura infantil le ofrece a los niños espacios adecuados para el correcto desarrollo de sus actividades, en el caso de las escuelas, el mercado busca productos con estructuras ergonómicas y divertidas que satisfagan las necesidades específicas de los pequeños. Y no estamos hablando de hacer las cosas en tamaños pequeños, sino de hacer diseños y espacios que fomenten el desarrollo físico e intelectual.
Tradicionalmente, el mobiliario infantil se limitaba a ser la versión en miniatura del mobiliario adulto, pero las novedades actuales van más allá, el mercado ofrece materiales innovadores, diseños más cuidados y adaptables a distintos usos y estilos para crear diferentes ambientes, alejándose lo más posible de las sillitas de colores.
Uno de los espacios que rquieren mayor atención en una escuela son los baños, enseñar a los infantes a adquirir hábitos diarios no es tarea fácil, por lo que se debe facilitar el acceso a inodoros y lavabos, para fomentar su uso de manera autónoma, por lo que es necesario ajustar las alturas y ubicación de todos los elementos. Se puede aportar color y creatividad al diseño de este espacio, usando distintos materiales como revestimientos de cerámica, textiles, madera, etc. Y decorarlos con tonos alegres, como los que Pinturas Corev te ofrece dentro de su extenso catálogo de colores.
La tendencia arquitectónica actual se dirige hacia la creación de escuelas donde el juego forme parte de la arquitectura y el interiorismo. Los niños no navegan con las mismas herramientas perceptivas que los adultos, los niños son observadores, curiosos, recurren al tacto para conocer nuevas formas, mientras que los adultos, al tener ya un análisis basado en la abstracción, percibimos el espacio como entidad geométrica, tenemos la capacidad de entender distancias, escalas, profundidad y proporciones a partir de la perspectiva. Este conocimiento abstracto lleva a los adultos a construir espacios mediante un ejercicio mental que los posiciona como un punto dentro de un gran plano geométrico. El niño en cambio, no tiene ni siquiera la inquietud de reconstruir un espacio para entenderlo, simplemente atiende a la emoción de tener la experiencia inmediata.
El propósito de la arquitectura infantil debe ser, por tanto, estimular a los niños para estar activos a nivel físico y social, con espacios que los inviten a interactuar con todos los elementos a través de los espacios, por lo que estas nuevas tendencias en decoración, pensadas en los más pequeños, han empezado a crecer en los últimos años, no sólo para la construcción de escuelas, sino de negocios cuyo mercado principal son los pequeños.