El ruido está en todas partes y la manera en que lo manejamos y nos adaptamos a él, ya sea para disminuirlo o para mejorar la transmisión del sonido, depende en gran medida, del fin utilitario de cada edificio.
El sonido es una sensación auditiva producida por una variación de la presión del aire (onda de presión) propagada en todos los entornos (agua, aire, hormigón, madera, vidrio, etc.) excepto en el vacío. A medida que la onda de presión se propaga a través del aire, es percibida por el oído y la información recopilada se envía al cerebro donde se analiza.
El ruido que escuchamos en un edificio puede venir de diferentes fuentes – del exterior (como el tráfico), de maquinaria dentro del edificio (como los sistemas de ventilación), de nuestros vecinos (sus voces o la televisión) e incluso provocado por nosotros mismos.
El sonido y el oído humano
Físicamente, el ruido es un conjunto de sonidos con diferentes frecuencias y niveles de potencia. El oído humano promedio puede detectar sonidos de frecuencias entre 20 y 20,000 Hz con diversos grados de sensibilidad según la frecuencia, así como áreas fuera del rango normal de audición.
Somos menos sensibles a los sonidos más profundos y en menor medida, a los sonidos más agudos. En estas frecuencias, el sonido debe tener una mayor amplitud (es decir, más alto) para que pueda ser detectado por los humanos.
¿Qué es el ruido?
Cuando hablamos de la necesidad de minimizar el ruido, generalmente pensamos en sonidos molestos a los que no deseamos estar expuestos. Dicho esto, el concepto de ruido es subjetivo, y existen varios factores que contribuyen a que percibamos un sonido en particular como molesto. Si un sonido es no deseado, entonces se considera ruido – piensa en tu vecino aprendiendo a tocar la flauta. Si estamos expuestos a un sonido en específico durante un periodo de tiempo prolongado, entonces se considera ruido – por ejemplo, una alarma contra incendios o la sirena de un vehículo de emergencia.
Fuentes del sonido o ruido
Cuando hablamos de la acústica en un edificio, existen cuatro fuentes principales de sonidos:
- Ruido ambiental proveniente de fuentes externas (tráfico, gritos en la calle, aviones, etc.).
- Ruido ambiental proveniente de fuentes internas (conversaciones en habitaciones cercanas, niños jugando en la planta alta, la televisión del vecino, etc.).
- Ruido de impacto (si alguna vez has vivido debajo de un departamento con piso laminado que camina en zapatos de tacón alto, seguramente sabes de lo que hablamos).
- Ruido producido por maquinaria (el ruido producido por los ascensores, generadores de electricidad, extractores, etc.).
Los efectos del ruido indeseado
El impacto del ruido indeseado no deben ser desestimados, tampoco la importancia de la acústica.
La manera en que las casas se utilizan ha cambiado: los hijos viven en casa por más tiempo, muchas personas trabajan a distancia desde sus hogares y, eso causa que haya más fuentes de ruidos en las viviendas como varias televisiones, consolas de videojuegos, dispositivos móviles y equipos de sonido, etc. Todo esto puede aumentar la incomodidad provocada por el ruido.
Por estos motivos es que es importante considerar la manera en que diseñamos nuestras construcciones para controlar el ruido dentro de ellos.
Aislamiento acústico
En Grupo Construdeco podrás encontrar todos los materiales necesarios para instalar el Sistema Acústico de USG Tablaroca® cuya principal función es evitar la transmisión de sonidos a través de los techos y muros divisorios. Los tableros de USG representan la masa que rompe la trayectoria del sonido, al agregar materiales absorbentes como colchonetas de fibra de vidrio o de lana material dentro de la cavidad del bastidor metálico, armado con postes y canaletas USG, lo que ayuda a mejorar notablemente el aislamiento.
Cuando los espacios que habitamos necesitan de mayor privacidad e independencia, este hecho cobra especial importancia. Con el sistema USG para muros divisorios encontrarás varias alternativas para alcanzar el grado de aislamiento acústico deseado.
El sistema de plafones acústicos USG se conforma de dos partes fundamentales: el sistema de suspensión DONN® y los plafones reticulares USG. En ambos casos existen modelos que, combinados, ofrecen diferentes características en acústica, por lo que es necesario definir las necesidades de aislamiento de sonido que requiere cada espacio.
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