El casco sirve para proteger, o al menos reducir, la gravedad de los daños en la cabeza producidos por:
- Golpes y/o perforaciones por caída de herramientas, tornillos, herramientas, fragmentos de metal y otros objetos.
- Choques contra objetos filosos o lacerantes.
- Golpes en la cabeza por caídas.
- Descargas eléctricas.
- Quemaduras por productos químicos, metales fundidos, líquidos calientes, etc.
La cabeza es un área delicada, por lo que es necesario protegerla de accidentes y lesiones. Los accidentes a menudo son producidos por objetos que caen, e incluso, por caídas de personas. Las lesiones en la cabeza son bastante comunes en la industria, sumando casi el 10% de todas las lesiones industriales y son graves en su mayoría, a menudo dejan secuelas y pueden llegar incluso, a provocar la muerte del trabajador.
Para que un casco funcione correctamente, debemos seguir algunos consejos:
- No usar gorra debajo del casco. Si estás en un clima frío, existen unos forros especiales que te ayudarán a mantener la cabeza caliente.
- Siempre verifica que el arnés y el barbijo se encuentren en buen estado y debidamente insertados en la copa.
- Revisa que la parte externa del casco no presente rajaduras ni cambios de color o de brillo, que podrían indicar pérdida de las propiedades resistentes del casco.
- Los cascos fabricados con polietileno, polipropileno o ABS, tienden a perder sus cualidades bajos los efectos atmosféricos. Si utilizas tu casco al aire libre frecuentemente, te recomendamos cambiarlo cada tres años.
- Si sudas en abundancia, es recomendable que limpies y desinfectes tu casco con frecuencia.
- El uso del casco debe ser individual, evita compartirlo.
- Evita el uso de solventes para la limpieza del casco, utiliza agua y jabones de buena calidad.
- Cuando un casco no pase los controles durante una inspección, deberá ser destruido y reemplazado por uno nuevo.
La clasificación de los cascos depende de cada región, siendo la Norma Americana y Europea las más populares y las que sirven de referencia para otros países. Por ejemplo, la norma mexicana NOM-115-STPS-2009 se basa en la norma americana. Los cascos se clasifican en 3 clases diferentes; A, B y C, dependiendo de diferentes requisitos obligatorios como la absorción de impacto, resistencia a la perforación, resistencia a la llama y tensión.