La vida dentro de un estudio de arquitectura tiene elementos en común con cualquier otra oficina del mundo, reuniones con clientes, pláticas entre compañeros, muchas tazas de café, trabajo creativo intenso, horas de AutoCAD/Revit/Rhino/Adobe, etc.
Los despachos de arquitectura tienen un reto que deberá ser trasladado a los programas universitarios con mayor ímpetu, pues además de ofrecer talento y conocimiento, deben transformarse en empresas administrativamente eficientes y redituables, ante una competencia global, que significa disputar la demanda con despachos extranjeros, muchos de renombre.
En un despacho de arquitectura encontrarás muchas cabezas pensando juntas hacia una misma dirección, cada profesional con sus propias fortalezas, compensando las debilidades del otro, trabajando en equipo y creando nuevos mega-proyectos que hospedarán las vidas de sus ocupantes. Los arquitectos cumplen funciones vitales en nuestra sociedad; se encargan de elaborar planos de construcción, de remodelación.
Pero en un despacho de arquitectura, todas estas actividades necesitan estar acompañadas de objetos y herramientas que facilitan el proceso creativo. Si damos un vistazo alrededor de nuestro despacho, hallaremos 15 cosas que nunca faltan en nuestro día a día, ¿puedes adivinar cuáles son?
- Dos monitores
- Planos enrollados
- Sketches y bosquejos
- Múltiples tazas de café cargado
- Cafetera, ¡por supuesto!
- Audífonos
- Cinta métrica
- Libretas y cuadernos de dibujo
- Celulares
- Cargador de celular
- Botana
- Botellas de agua…
¿Ya miraste a tu alrededor? ¿Encontraste todos estos objetos? ¿cuál agregarías?